La historia de la 46 Poniente se remonta a la época de la planta automotriz alemana Volkswagen.
Antes del Siglo XIX, la zona que se ubica en la actual 11 Norte estaba llena de maizales que eran el sostén de los poblanos de aquel entonces.
Sin embargo, la firma automotriz Volkswagen llegó a revolucionar la economía de la entidad.
En 1964, la empresa alemana decidió edificar su matriz mexicana a un costado de la ahora autopista México-Puebla, a la altura del municipio de Cuautlancingo.
Cuatro años después, en 1968, empezaron a rendir los frutos que hasta la fecha la colocan como una de las empresas más grandes de México.
La mano obrera poblana sacó sus primeros vehículos de producción en línea.
Se trató, en ese entonces, del flamante Volkswagen Sedán o el ya legendario Vocho, como todos lo empezaron a llamar.
La alta demanda de autopartes de ese tiempo empezó a sobrepasar a la empresa automotriz.
Las personas buscaban las piezas que ya eran bastante cotizadas.
La zona de la 46 Poniente empezó a llamar la atención de la gente debido a que un grupo de comerciantes aseguraba que tenía todas las piezas del vehículo de moda.
Las personas empezaron a consumir el material sin saber la procedencia de las autopartes.
Los años pasaron y dicha zona empezó a tomar más fuerza, debido a que cada vez más tenían partes de vehículos de cualquier marca.
Sin embargo, la gente no tardó en darse cuenta que las piezas eran robadas porque empezaron a descubrir que, cuando eran víctimas de un atraco, acudían al lugar y curiosamente encontraban su autoparte.
Más allá de denunciar, la gente siguió consumiendo con el paso de los años.
Aunque las autoridades también sabían que los comerciantes vendían piezas robadas de vehículos, no hacían nada.
La zona de la 46 Poniente se volvió el bastión de los delincuentes que laboraban de manera impune.
Las denuncias de los ciudadanos no tenían ninguna consecuencia y las personas seguían vendiendo las piezas.
A lo largo de los años, los gobernadores en turno montaban operativos de decomiso de mercancía, pero días después seguían comercializando piezas robadas.
Actualmente, se ha montado el operativo más grande en la historia de la zona.
En julio, las autoridades catearon durante seis días los establecimientos, donde encontraron, como desde hace muchos años, miles de autopartes robadas.
Este lunes 15 de agosto, los locatarios se manifestaron porque desde el pasado 12 de agosto las autoridades realizan nuevos cateos.
Los comerciantes aseguraron que no todos venden robado y les pidieron parar con los operativos.